Cuando las legiones romanas cruzaban el río Rubicón sin permiso del Senado quedaban proscritas para siempre, porque era un límite que no permitía retorno a la institucionalidad. El PP ha hecho de cruzar el Rubicón de la democracia una tradición que se inició cuando José María Aznar puso en peligro las instituciones del Estado para alcanzar el poder, se reedito con la teoría de la conspiración del 11-M y ha vuelto a aparecer con la pretensión de que estamos en un estado policiaco.
La cabra siempre tira al monte y el escorpión utiliza el aguijón sólo porque lo tiene: no necesita razones. En el PP ocurre algo parecido: una vez saltada la talanquera de poner en cuestión el estado de derecho, situando bajo sospecha a jueces, policías, fiscales al servicio de una supuesta trama tan truculenta como la del 11-M, es muy difícil rehabilitarse democráticamente y cuando las situaciones agobian, se recurre a un nuevo paso del Rubicón.
El PP tiene una serie de gravísimos episodios de corrupción que están siendo investigados y sometidos al imperio de la ley. Y su reacción, en vez de limpiar las sentinas de su propia casa, es pretender que el estado de derecho es un vertedero de inmundicias al servicio de los inquilinos del poder.
Y eso ocurre con la secretaria general del partido, la persona que encabezó en los días del Congreso de Valencia aires de renovación y de ocupación del centro político. Una vez más, el PP ha optado por la senda de la confrontación poniendo en peligro el prestigio de las instituciones y actuando como un autentico partido extraparlamentario.
Lo ocurrido esta semana no se puede dejar pasar sin unas rectificaciones precisas que vuelvan a la posibilidad de convivir con el PP como un partido responsable y alternativa de oposición. Hace sólo unos días, la misma María Dolores de Cospedal aseguró que el Gobierno tiene más interés en perseguir a su partido que a ETA. Un auténtico insulto para los miles de personas involucradas en la lucha contra el terrorismo y para las víctimas de la banda. Mariano Rajoy se despidió de su trabajo para irse de vacaciones asegurando que José Luis Rodríguez Zapatero va a conducir a España al “corralito” y luego la denuncia de Cospedal sobre escuchas ilegales organizadas y la utilización de la Justicia contra su partido.
Es muy grave porque llueve sobre mojado. El PP nunca se ha disculpado por su teoría de la conspiración sobre el 11-M ni siquiera cuando los tribunales de Justicia se han pronunciado definitivamente sobre lo ocurrido. Ahora el PP vuelve a las andadas: dos veces, son demasiadas.
c.c
El PP tiene una serie de gravísimos episodios de corrupción que están siendo investigados y sometidos al imperio de la ley. Y su reacción, en vez de limpiar las sentinas de su propia casa, es pretender que el estado de derecho es un vertedero de inmundicias al servicio de los inquilinos del poder.
Y eso ocurre con la secretaria general del partido, la persona que encabezó en los días del Congreso de Valencia aires de renovación y de ocupación del centro político. Una vez más, el PP ha optado por la senda de la confrontación poniendo en peligro el prestigio de las instituciones y actuando como un autentico partido extraparlamentario.
Lo ocurrido esta semana no se puede dejar pasar sin unas rectificaciones precisas que vuelvan a la posibilidad de convivir con el PP como un partido responsable y alternativa de oposición. Hace sólo unos días, la misma María Dolores de Cospedal aseguró que el Gobierno tiene más interés en perseguir a su partido que a ETA. Un auténtico insulto para los miles de personas involucradas en la lucha contra el terrorismo y para las víctimas de la banda. Mariano Rajoy se despidió de su trabajo para irse de vacaciones asegurando que José Luis Rodríguez Zapatero va a conducir a España al “corralito” y luego la denuncia de Cospedal sobre escuchas ilegales organizadas y la utilización de la Justicia contra su partido.
Es muy grave porque llueve sobre mojado. El PP nunca se ha disculpado por su teoría de la conspiración sobre el 11-M ni siquiera cuando los tribunales de Justicia se han pronunciado definitivamente sobre lo ocurrido. Ahora el PP vuelve a las andadas: dos veces, son demasiadas.
c.c
9 comentarios:
Para los prepotentes peperos la palabra humildad no existe,están por encima de todo los principios éticos y morales,tienen como aliada a la Santa Iglesia,un "espejo donde mirarse".
Saludos.
Dos veces? llevan haciendo este tipo de cosas desde la República, compañero¡ o alguien duda que este P.P. es el heredero directo del franquismo?
Un besito, (ya veo yo por qué vagueas, jodío, con esa litrona en la mano no me extraña jajajaja)
Amigo Antonio, que buenas recetas nos mandatas desde "Vivir Extremadura". Después del verano, hay que darse una vueltecita por ese Rincón que tan bien llevas.
Un abrazo. Anselmo.
Anselmo, a mi me ha sorprendido gratamente la publicación. No esperaba tanto. Pero me siento orgulloso de poder aportae algo a nuestro mapa extreño.
Un abrazo
Conce,estoy totalmente de acerdo contigo, ni ética ni pricipios.
ängeles, amiga mia, tienes más razón que un "SANTO".¿cúando tuvieron ética.
Están entrando en una escalada muy peligrosa y casi sin retorno, están rozando los límites que se pueden consentir un Estado de Derecho.
Si trasladamos estos comportamientos radicales, a un pueblo pequeño gobernado por la derecha, vosotros y vosotras no sabeis bien lo que puede suceder con las personas que no pensamos como ellos.
Lo dicho, herederos/as directos de la dictadura.
Saludos.
Prepotencia, se llama prepotencia y es tan sencillo que ya lo decía Mafalda: "El potente cuando se ve impotente se vuelve prepotente".
Creo que no se puede añadir más a la frase, bueno si, cambiar lo de potente por PP.
El PP cuando se ve impotente se vuelve prepotente.
¿A que queda bien?
Queda guapo, Malo. Y bien expresado.
Salud amigo
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