lunes, 2 de noviembre de 2009

LA ETAPA REINA: TAPIA DE CASARIEGO






NY pasó a golpe de etapas llanas, con emociones fuertes y con mucho desgaste por el viento en contra. A la vuelta, habia que cumplir con un trato, era un intercambio de casas de vacaciones. Simplemente eso. Tomamos un Vuelo a A Coruña, alquilamos un cohe y en una hora estabamos en el comienzo de una etapa gloriosa, una etapa reina. Estabamos en Tapia de Casariego, el pueblo con encanto más occidental de Asturias, cerca del Rio Eo, su desembocadura hace de frontera entre Asturia y Galicia. Habia poca gente a nuestra llegada, apareció de pronto Yolanda, una chica encantadora que nos llevo hacia la casa motivo del intercambio, una casa de construción tipo indiano al borde de los acantilados del Cantábrico asturiano. Una casa realmente espectacular, en un lugar que debe ser lo más parecido al paraiso.

La paz interior se apoderó de mi, cambie la gran metropolis por el paraiso y allí empezaba la etapa reina de mis, nuestras, vacaciones. Tendido en cualquier lugar del amplio salón veia mar y playas por todos lados, veía naturaleza. Estaba en el paraiso natural de Asturias.

A la llegada a la casa estaba Encarni
, madre de Yolanda, otra mujer encantadora que nos recibió como es dificil describir pero fácil de sentir. Empecé a sentir el calor de esta familia. Era el principio de una semana llena de emociones. Era Sábado. Cuando nos quedamos solos comenzamos a explorar la casa, porque realmente había que explorar tantos metros para ubicarnos. Descubrimos la maravilla que contituía la casa y el entorno. Grandes dormitorios, baños enormes, madera, jardín, y vistas realmente espectaculares. No podía pedir nada más. Aquello me sobrepasaba.
Los sietes días que nos quedaban por delante, con un sol espectacular, presagiaban algo maravilloso. Y el presagio se cumplió con creces.
Bajamos al pueblo a darnos el primer homenaje, junto al pequeño y bello puerto de Tapia.

Comer es mi pasión y la cocina asturiana es mi gran pasión. Y creanme que la disfrutamos desde el primero hasta el último día.
La paz y la tranqulidad se apoderaba de todo, y eso no es facil. Lo es si te lo ponen en bandeja. Y una familia nos lo puso. Eso nunca se puede olvidar en unos tiempos de egoismos y desconfianzas.
La primera noche apareció un buena persona amiga de Ponferrada, con unos amigos y fué genial.


Sidrerias,

cenas, copitas y a dormir. El domingo estaba todo preparado para un homenaje gastronómico y turistico por la zona: visitas a pueblos que han borrado su nombre de mi memoria, pero lo que nunca borrará es su encanto. Mirabamos la desembocadura del Eo, a un lado Vegadeo (Asturia) al otro Ribadeo (Galicia) y delante otro puertecito de fábula. Había que ir a Ribadeo para tomar un aperitivo por su plaza en una mañana espectacular de sol.



La sensación no podía ser mas apacible. Vuelta a Tapia y homenaje gastronómico en un restaurante que no olvidaré jamás "El Álamo": Revueltos de Oricios, zamburiñas de sabor profundo, fabes con compagno, arroz con vogabantes..........y no sigo, porque me entran ganas de volver.



Se fueron los amigos y ahora tocaba disfrutar solos. playita, sol, verde, colores, inmensidad y por supuesto comida: fabes con Bogavante, Ternera Asturiana, Almejas, Percebes, Sidra..........
y lugar que nuca pude imaginar, junto a Ribadeo: La playa de las Catedrales, una obra arquitectónica de la naturaleza.


Pero todo esto es una anécdota hasta que el miércoles, invitados por la familia de Rico a su casa en Navia, descubrimos algo que es dificil encontrar: el calor de una familia que te hacia sentir como si nos conocieramos de toda la vida. Hay cosas que son anecdotas y otras donde emergen sentimientos. Y esta familia entro en mi familia para siempre: Rico, Encarni, Yolanda, Silvia, el pequeño explorador
y la pequeña actriz
son ya parte de mi familia, y lo digo con toda la contundencia que se puede decir. Pero no con la precisión que se puede describir porque las emociones son dificiles de describir. Una comida sencillamente explendida, una cena maravillosa, en el porche de la casa regada con buen vino y una buena queimada,con cunxuro incluido. Leido por Lola en un "perfecto gallego"-
fueron suficientes para entender que por encima de toda anécdota surge algo más que una simple amistad. Mi agradecimiento más sincero a toda la familia de Rico, sabemos que pronto nos volveremos a ver.