martes, 17 de abril de 2007

Pucheros y Pucherazos


El puchero ha sido una pieza característica de la cacharrería castellana, extremeña andaluza, manchega….. Todavía quedan importantes reductos del oficio alfarero en todas las provincias de la geografía nacional aunque el puchero ya no se encuentra en el elenco de piezas de la alfarería moderna.
Uno se imagina una vasija de barro vidriado (o sin vidriar), con base más o menos amplia, panza redondeada y apenas cuello, boca ancha, una o dos asas, utilizado para guisar o cocer alimentos. También en sentido figurado se suele aludir al puchero para referirse al alimento diario y regular. Igualmente, nuestro diccionario recoge “hacer pucheros” como la mueca o gesto que precede al llanto fingido o verdadero.
A ello habría que añadir muchas otras expresiones como “puchero de enfermo”, para referirse al cocido que se hace en tal recipiente, sin ingredientes que puedan ser nocivos a los enfermos. Una acepción antigua y claramente sexista es la de ” atizar el puchero”, para aludir al hombre que se quedaba en casa mientras la mujer salía a trabajar. La expresión “puchero de viuda” —expresión antiquísima y muy utilizada en algunos pueblos — para indicar el puchero pequeño de una sola ración.
Quienes en la alfarería tuvieron su “modus vivendi”, a un puchero grande lo llamaban: pucherazo. Lógicamente, para definir el tamaño empleaban el sufijo aumentativo con lo que incrementábamos la magnitud del significado del vocablo.
Pero amigos, ay amigos!Si tenemos en cuenta que los sufijos aumentativos indican muchas veces menosprecio o desestimación, no podemos ver otro significado distinto a éste en cierta actitud antidemocrática e impropia de ciudadanos serios y respetables. Más bien, cuando acontece una trampa electoral consistente en alterar el resultado de un escrutinio de votos, y refiriéndonos a su autor o autores, hablamos de defraudado­res del sentido común, misioneros de la insolidaridad, mandados del resentimien­to,... En fin,... ¡catedráticos de la estupidez!.
“Dar un pucherazo ” apenas solemos asimilarlo a dar un golpe con un puchero, y sí a un golpe de Estado, un engaño, una trampa o un fraude electoral. Tal actitud la hemos encontrado plasmada en libros y diarios para referirse a la misma ” broma de mal gusto ” que empaña toda forma de convivencia democrática, altera la credibilidad más sincera y enfanga logros alcanzados con sacrificio.

Así mismo, por asimilación se ha estudiado esa trampa electoral calificada como cabildazo, pucherazo, arbitrariedad, chanchullo, abuso, tropelía, exceso, atropello, desafuero, desmán, canallada,... He aquí la riqueza de nuestra lengua, tantas veces denostada, reprimida y asediada allí donde la ” política de verbena y violencia ” pretende imponerse a la razón.
Hoy a nadie sorprende oír que el voto individual es un derecho y un deber. Uno y otro son caras de la misma moneda. Igualmente inseparables son las dos bolsas que forman la alforja de la fábula del griego Esopo o, precisa es también, la máxima del filósofo y sacerdote francés Lamennais: “el derecho y el deber son como las palmeras: no dan fruto si no crecen una al lado de otra”.

Comenzando el siglo XXI cuesta creer en lo que conocemos como “dar un puchera­zo”. Más recuerda algunas actuaciones propias del siglo XIX, abundante en intrigas, conspiraciones y arbitrariedades. Un siglo donde los despropósitos y los escándalos municipales eran “moneda de curso legal”, sobre todo en grandes municipios o capitales de provincia. Era el siglo del cacique, del fraude, de la convención y de la imposición de candidatos sin sombra que pudiera alterar su elección. El siglo de cabecillas y jefecillos en el ámbito local y del “turnismo” de la Restauración entre conservadores y liberales en el plano nacional. Un siglo donde, si era preciso, el poder acudía a la arbitrariedad, régimen natural del pueblo español en palabras de Unamuno.

La seriedad, la reciedumbre y el sentido de la responsabilidad no debe dejar resquicio posible para el fraude al estilo “bananero” del “pucherazo”. Los políticos están obligados a dar prueba de ello a diario; aunque pasadas las elecciones regresen a las “trincheras” de su individualismo. Una actitud que nunca cambia: hace setenta y dos años, por poner un ejemplo distante en el tiempo, con motivo de las elecciones de abril de 1931, DIARIO REGIONAL desconfiaba de los futuros ediles y plasmaba en sus páginas un sentimiento de rutina y conformismo al publicar que se repetirían los mismos procedimientos de siempre, las visitas domiciliarias, los abundantes convites, “el ofrecimiento de grandes mejoras, cuando no el de algún empleo, y, pasadas las elecciones, derrotados o con el acta… no volverá a vérseles hasta otras”.
Será Melilla y algunos sitios más reflejo de intento de pucherazo?

jueves, 12 de abril de 2007

Nubarrones sobre el PP

Negros nubarrones se ciernen sobre la cúpula del PP tras las declaraciones judiciales de los mandos policiales en su etapa de gobierno y más concretamente en el momento que se produjeron los atentadoas más terribles de la historia de europa.
En cualquier democracia occidental la actuación de Angel Acebes aquellos fatídicos días de marzo hubiese desencadenado un movimiento ciudadano y social de tal calibre que el ex-ministro del Interior hubiese tenido que dimitir ipso facto de todos sus cargos. En EEUU hubiese sido sacrificado mediáticamente por los mismos medios afines a su opción política y sin lugar a dudas sería tratado como un apestado político. Aquí no, en España el principal partido de la oposición y un buen puñado de ciudadanos han vitoreado y jaleado la vergonzosa actuación de Angel Acebes en la gestión del 11-M. Va a ser verdad que "Spain is different".
Cuando sus propios mandos policiales han desmentido en sede judicial la coartada de Acebes, Angel se empeña en echar balones fuera amparado por el calor materno de un Rajoy que juega a perdedor cara a las próximas citas electorales. Si Acebes tuviese dignidad dimitiría, pero como no la tiene ni la tuvo cuando manoseó la memoria de 192 victimas aún calentitas, no podemos esperar semejante acontecimiento.
Tampoco de Mariano, que en ningún caso lo cesará como secretario general del Partido Popular. Con un Zaplana cada día más osado y descarado, aferrados al sillón, solo nos queda a nosotros el otorgarles una jubilación anticipadas en las elecciones municipales del 27 de mayo. España no se merece una oposición tan ruín y desleal como esta. Es trabajo de todos pasar la escoba por Génova, y cuando digo todos incluso a los honorables simpatizantes del Partido Popular, que los hay.

lunes, 2 de abril de 2007

Joaquín Sabina

Entre Col y Col........un poco de Música

domingo, 1 de abril de 2007

La Conjura de los Necios


Me gustaría escribir sobre esta disparatada, ácida e inteligentísima novela que también es tremendamente divertida y amarga a la vez. La carcajada escapa por sí sola ante las situaciones desproporcionadas de esta gran tragicomedia. Pero no lo voy a hacer, no creo que tenga ni la suficiente capacidad de crítica literaria ni tan siquiera podría hacer una breve síntesis de una de las novelas que más me han impactado.
Quiero aplicar su título a la situació anómala que vive este País que lo están convirtiendo algunos necios en una semejanza de Macondo.
Tres años, tres. Aguantando, en nuestras propias trincheras ideológicas y cibernéticas, las continuas embestidas a las que estamos siendo sometidos las personas normales que habitamos en esta querida España que cada día me duele más.
Tres años, largos, de mentiras, insidias y manipulaciones de NECIOS.
Tres agotadores años de cruzadas de símbolos, de "apropiaciones indebidas", de intentos de fractura, de miedos infundados, de pancartas y banderas, de himnos y canciones, de insultos y descalificaciones, de intrigas y conspiraciones, de Rajoys de Acebes y Zaplanas, de PJRamirezs y J. Losantos, de Alcaraces y verdugos. Tres larguisimos años de NECIOS.
La Conjura toca fín, pero los Necios continuan. Salgamos de las trincheras y platemos cara a la necedad, combatamos a los amos de la mentira y la manipulación, recuperemos la calle, la vida y la ilusión que durante tres años, tres largos años, no han intentado usurpar estos especialistas en convertir a la España de las personas, de los CIUDADANOS, en la "España de los Borregos". Pero los Borregos se aburren, los Ciudadanos NO.