
Su delantera es temible y explosiva: sus dos arietes, siempre en punta, llevan camino de copar todas las portadas de la prensa mundial. De momento, se conforma con conquistar Europa. A su manera. Como ella sabe. Y de esto sabe un rato.
En su rostro, en la soledad del vestuario, mientras contempla las imágenes de sus ídolos, se detecta la lógica preocupación anterior a todo encuentro decisivo. ¿Cómo se comportará el otro? Sabe de su corpulencia, de su talento en el regate en corto, de su incansable correr por la línea divisoria, donde nunca se cansa y en donde siempre surge su más poderosa y viril acometida. ¿Será capaz de sorprenderle? Ha estudiado todas sus tácticas, todas las posiciones estratégicas, incluso cómo hacerse dueña de las pelotas más agresivas en las inmediaciones del punto de penalti. Ha dibujado en la pizarra de sus sueños el roce, el cuerpo a cuerpo, el choque constante, incluso el juego agresivo. No le importa. A nada teme, aunque es consciente de que cualquier error puede costarle caro, de que su meta sólo podrá ser perforada cuando gane por lo menos por tres tantos de ventaja.
Es La Roja. Ya todos la conocen por La Roja. Qué importa su nombre, sus nombres, que más dan sus apellidos. Dicen que va camino de convertirse en la indiscutible campeona de Europa. Que cuando está inspirada, roza la perfección y es imparable. No me extraña. A mí me parece un equipazo. Con ella, cualquiera se iría al fin del mundo. A jugar todas las ligas. Aunque sólo fuera de utillero. ■ P.D. "allá cada cual si quiere picar en la foto"
Ah! Si quereis pegaros un bailecito por la roja pincha en el reproductor.
Robado a D. Manuel Ortiz